miércoles, 4 de abril de 2012

El aburrimiento no existe donde estén los buenos amigos


Cuando se trata de la familia todos seguimos siendo niños de corazón. No importa lo mayores que nos hagamos, ni las velas que contemos en nuestra tarta cada año, siempre necesitamos un lugar al que llamar mi casa. Porque sin la gente a la que más quieres, sin todas esas personas que te arrancan una sonrisa cuando nadie más puede, no puedes evitar sentirte realmente solo en el mundo. 


    Os quiero.

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